En Chile, múltiples casos de colusión han afectado la confianza de los consumidores en las grandes empresas. Estas prácticas ilegales distorsionan el mercado, limitan la competencia y generan sobreprecios en productos esenciales. Sin embargo, muchas personas desconocen sus alcances y cómo pueden defenderse ante ellas.
La colusión es una práctica que afecta gravemente a los consumidores al limitar la competencia y elevar los precios de productos esenciales. Como consumidores, es fundamental estar informados, denunciar prácticas irregulares y participar en acciones colectivas para proteger nuestros derechos. La supervisión activa y la fiscalización son clave para garantizar un mercado más justo y transparente.
A continuación, en la siguiente Pregunta Frecuente de ODECU te explicamos qué es la colusión, sus efectos en los consumidores y qué hacer si sospechas de este tipo de prácticas en el mercado.
¿Qué es la colusión y por qué es ilegal?
La colusión es un acuerdo entre empresas competidoras para fijar precios, restringir la producción, repartirse mercados o coordinar licitaciones, eliminando la competencia. En Chile, esta práctica está prohibida por la Ley de Libre Competencia (DL 211), ya que perjudica directamente a los consumidores al generar precios artificialmente elevados y reducir sus opciones de compra.
Cuando las empresas se coluden, impiden el funcionamiento de un mercado libre y competitivo, afectando el bienestar de los consumidores al restringir el acceso a productos y servicios en condiciones justas.
¿Cómo impacta la colusión a los consumidores?
La colusión genera múltiples perjuicios a los consumidores, entre ellos:
- Aumento artificial de precios: Las empresas acuerdan precios más altos de lo que existiría en un mercado competitivo, encareciendo bienes esenciales.
- Menos opciones de compra: Al restringir la competencia, se limita la entrada de nuevas empresas al mercado, reduciendo la diversidad de productos y servicios disponibles.
- Menor calidad en productos o servicios: Sin competencia, las empresas tienen menos incentivos para mejorar sus productos, afectando la relación precio-calidad para los consumidores.
Ejemplos en Chile incluyen el Caso Farmacias (2008), donde tres cadenas acordaron el alza de precios en 206 medicamentos, y el Caso Papeles Tissue (2015), donde dos empresas fijaron el precio del papel higiénico durante más de una década.
¿Qué hacer si sospechas de colusión?
Si crees que una empresa está involucrada en prácticas de colusión, puedes tomar las siguientes acciones:
- Denunciar ante la Fiscalía Nacional Económica (FNE): Es la entidad encargada de investigar y sancionar las prácticas anticompetitivas.
- Informarte en el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC): Allí puedes conocer si hay demandas colectivas en curso y cómo participar.
- Unirte a demandas colectivas: En algunos casos, los consumidores pueden recibir compensaciones económicas cuando se demuestra el perjuicio causado por la colusión.
Si eres víctima de una colusión empresarial, puedes contactar al Servicio de Atención al Consumidor de ODECU, la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile.
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